Del vacío a la calma: Primeros pasos para entender tus altibajos emocionales
¿Alguna vez has sentido una avalancha de emociones que te invade y, de repente, una sensación de vacío y calma total? ¿Sientes que pasas de la euforia a la tristeza sin un motivo claro? Si es así, no estás solo. Muchas personas experimentan estos cambios de humor intensos que, a veces, pueden ser difíciles de entender y gestionar.
Sentir "todo y nada a la vez" es una experiencia común. Este vaivén emocional a menudo se describe como estar en una montaña rusa, donde los momentos de felicidad o intensidad se ven seguidos de una profunda sensación de vacío interior. Esta fluctuación no debe minimizarse, ya que puede generar mucha confusión y preocupación.
A continuación, te ofrecemos algunos primeros pasos para empezar a entender y manejar estos altibajos. Recuerda que esta guía es un punto de partida y no reemplaza la ayuda de un profesional.
1. Presta atención a tus emociones (sin juzgarlas)
El primer paso es observar. Cuando sientas un cambio de humor, haz una pausa. Intenta identificar qué emoción estás sintiendo. ¿Es tristeza, enojo, alegría o vacío? No te preguntes por qué, solo nómbrala. Por ejemplo, puedes decirte a ti mismo: "Ahora mismo, estoy sintiendo una profunda sensación de vacío".
Este simple acto de reconocer lo que sientes, sin juzgarlo como "bueno" o "malo", te ayuda a tomar un poco de distancia de la emoción y a entenderla mejor.
2. Escribe en un diario emocional
Llevar un registro de tus emociones puede ser una herramienta muy poderosa. Puedes anotar en un cuaderno o en el móvil:
¿Qué sentiste? (ej. "vacío", "felicidad intensa")
¿Cuándo lo sentiste? (ej. "por la mañana", "después del trabajo")
¿Qué estabas haciendo? (ej. "viendo una película", "hablando con un amigo")
Con el tiempo, este diario puede revelar patrones o situaciones que podrían estar influyendo en tus cambios de humor.
3. Cuida tu bienestar básico
A veces, la intensidad emocional puede aumentar si no estamos cuidando de nuestras necesidades más básicas. Pregúntate:
¿Estoy durmiendo lo suficiente? La falta de sueño puede afectar mucho nuestro estado de ánimo.
¿Estoy comiendo bien? Una dieta equilibrada contribuye a la estabilidad de nuestro cerebro y cuerpo.
¿Estoy haciendo algún tipo de actividad física? Mover el cuerpo, aunque sea con una caminata corta, libera hormonas que nos ayudan a sentirnos mejor.
4. Practica la atención plena (mindfulness)
El mindfulness o la atención plena es una técnica que te ayuda a concentrarte en el momento presente. Cuando sientas una emoción intensa, intenta lo siguiente:
Fíjate en tu respiración. Siente cómo el aire entra y sale de tu cuerpo.
Conecta con tus sentidos. ¿Qué escuchas? ¿Qué ves? ¿Qué hueles?
Esto te ayuda a anclarte en el presente y a evitar que tu mente se pierda en pensamientos que te generan más angustia.
¿Cuándo es momento de buscar ayuda profesional?
Estos primeros pasos son útiles, pero si sientes que tus altibajos emocionales son muy intensos, afectan tus relaciones, tu trabajo o tu día a día, o si pensamientos intrusivos y preocupantes se cruzan por tu mente, es una señal clara de que necesitas buscar ayuda psicológica.
Un psicólogo te dará las herramientas y el acompañamiento profesional para entender lo que te sucede a un nivel más profundo y a gestionar tus emociones de manera efectiva. No tengas miedo de dar ese paso. Cuidar tu salud mental es un acto de valentía y de amor propio.
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