•Horarios definidos: Establece un horario de trabajo y cúmplelo. Define una hora para empezar y una hora para terminar tu jornada laboral. Fuera de ese horario, evita revisar correos o realizar tareas relacionadas con el negocio.
•Espacios separados: Si es posible, designa un espacio físico específico para trabajar. Esto ayuda a tu mente a asociar ese lugar con el trabajo y otros lugares con el descanso y la vida personal. Si trabajas desde casa, intenta que tu espacio de trabajo no sea tu dormitorio.
•Días de descanso: Asegúrate de tener al menos un día completo a la semana para desconectar del trabajo. Utiliza este tiempo para recargar energías, pasar tiempo con tus seres queridos o dedicarte a tus pasatiempos.
•Comunicación clara: Informa a tus clientes, socios y equipo sobre tus horarios de disponibilidad. Esto gestiona las expectativas y reduce la presión de estar siempre disponible.
•Vacaciones: Planifica y toma vacaciones regularmente. Desconectarse por completo del trabajo es esencial para prevenir el agotamiento y regresar con una perspectiva renovada.
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